La noche inolvidable de Joe Vasconcellos en la Quinta Vergara

joe viña 2000

Año 2000 y Joe Vasconcellos debutaba en el Festival de Viña del Mar como artista invitado (antes participó en la competencia folclórica) y desató un momento memorable para la música chilena en el certamen. Tras su salida del escenario la demanda del Monstruo de la Quinta continúo por más de 30 minutos lo que provocó la cancelación de José Alfredo Fuentes.

17 febrero, segunda noche del Festival de Viña del Mar del año 2000. Triunfaron en el escenario Emmanuel y el actor nacional Daniel Muñoz con su personaje de El Malo. Pero lo que sucedió con el cantautor nacional Joe Vasconcellos esa noche sería una actuación imborrable en la historia del evento. Fue devoción y euforia, que tras la salida del escenario del cantautor (00:37) se extendió por más de media hora (01:06) cuando el músico chileno debió retornar solo al escenario para recibir una segunda Gaviota y calmar al público. Una de las situaciones más complejas que vivió la producción a cargo del director Gonzalo Beltrán.
Las pifias del público se extendieron durante toda la competencia de canciones y causó la cancelación de José Alfredo Fuentes, artista jurado, que decidió no subir al escenario después del éxito de Vasconcellos, que debió regresar al escenario para cantar a capella su tema ‘Ciudad Traicionera’. Con banda desmontada era imposible retomar el show. Una protagonista de la música chilena y un momento imborrable.
El artista regresó en el 2003 y 2006 al certamen consolidando su relación con el evento viñamarino.
En Diario El Mercurio:
Vasconcellos Descontroló la Quinta Vergara
Dos «Gaviotas de plata», el canto masivo de sus versos, todo el fervor era esperable y con merecidas razones. Pero que la Quinta Vergara repleta exigiera a viva voz su regreso al escenario, abucheando sin parar cuando los animadores intentaron presentar al jurado una vez terminada su actuación, fue una muestra de cariño pocas veces vista en ese escenario. Claro, porque era un asunto de lógica pura que Vasconcellos iba a conquistar con facilidad la Quinta Vergara. El año pasado, el multinstrumentista y compositor se consagró como la voz más importante del país con un disco multiventas, «Vivo», y un repertorio que inundó de éxitos las radios locales. Una reacción espontánea por un artista que, sin parafernalia, con la sencillez del hombre que maneja talento, durante todo 1999 se ganó a un público atento a las muestras de sinceridad. Cualquier código musical para definir el debut de Vasconcellos en el Festival de Viña del Mar queda corto. Lo de anoche no fue música. Fue pasión. Sangre corriendo por las venas. Eso que llaman devoción.

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